El clima de España es muy variado debido a su posición latitudinal y por las características propias del territorio. La Península Ibérica se encuentra ubicada en un lugar destacado dentro de la circulación general atmosférica que no permanece estática sino que existen diferentes movientos de Norte a Sur, según la estación climática. En la península tiene influencias diferentes masas de aire que van a tener unas características propias habiendo frías o cálidas y húmedas y secas. La península se encuentra en una zona templada, no teniendo características climáticas homogéneas al ser zonas de mezcla entre zonas de aire cálido y zonas de aire frío (subtropicales y polares).
La variada orografía de España, así como su situación geográfica, en latitudes medias de la zona templada del hemisferio Norte, hace que el país tenga una notable diversidad climática. Así pasamos de lugares con suaves temperaturas, en torno a los 15ºC, a otros que superan los 40ºC, sobre todo en verano, y de sitios donde las precipitaciones no superan los 150 mm, a otros que registran más de 2500 mm anuales.
Sin embargo, hay una serie de rasgos generales que pueden resumirse en los siguientes puntos:
Las temperaturas disminuyen progresivamente desde los litorales hacia el interior. Por ejemplo, las temperaturas medias del valle del Guadalquivir oscilan en torno a los 17-18ºC, y en las tierras del Ebro, sobre los 14ºC.
En las tierras del interior, los valores descienden de Poniente a Levante.
Las temperaturas aumentan de norte a sur. La parte septentrional de la Meseta presenta valores entre los 10ºC y 12,5ºC, y la zona meridional, entre 12,5ºC y 15ºC.
Enero suele ser el mes con la temperatura media más baja, mientras que agosto es el mes con el promedio más alto.
Las temperaturas de las aguas del Mediterráneo son más altas que las del Cantábrico. En el primero, la media se sitúa entre los 15ºC y los 18ºC, mientras que en el segundo, ronda los 14ºC.
La amplitud térmica es mayor en el interior de la Meseta, donde en ocasiones alcanza los 20ºC, mientras en lugares como Canarias esa amplitud es menor, y entre el mes más cálido y el más frío apenas hay variación de 5ºC.
La variada orografía de España, así como su situación geográfica, en latitudes medias de la zona templada del hemisferio Norte, hace que el país tenga una notable diversidad climática. Así pasamos de lugares con suaves temperaturas, en torno a los 15ºC, a otros que superan los 40ºC, sobre todo en verano, y de sitios donde las precipitaciones no superan los 150 mm, a otros que registran más de 2500 mm anuales.
Sin embargo, hay una serie de rasgos generales que pueden resumirse en los siguientes puntos:
Las temperaturas disminuyen progresivamente desde los litorales hacia el interior. Por ejemplo, las temperaturas medias del valle del Guadalquivir oscilan en torno a los 17-18ºC, y en las tierras del Ebro, sobre los 14ºC.
En las tierras del interior, los valores descienden de Poniente a Levante.
Las temperaturas aumentan de norte a sur. La parte septentrional de la Meseta presenta valores entre los 10ºC y 12,5ºC, y la zona meridional, entre 12,5ºC y 15ºC.
Enero suele ser el mes con la temperatura media más baja, mientras que agosto es el mes con el promedio más alto.
Las temperaturas de las aguas del Mediterráneo son más altas que las del Cantábrico. En el primero, la media se sitúa entre los 15ºC y los 18ºC, mientras que en el segundo, ronda los 14ºC.
La amplitud térmica es mayor en el interior de la Meseta, donde en ocasiones alcanza los 20ºC, mientras en lugares como Canarias esa amplitud es menor, y entre el mes más cálido y el más frío apenas hay variación de 5ºC.
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