Este hermoso árbol llena de color con su desbordante floración toda la zona circundante. Imposible de olvidar, esta especie hizo las delicias del pintor Monet, quien pintó incluso el suelo bajo su copa, cubierto de flores caídas, a modo de sutil y primaveral alfombra. Llamado árbol del amor, Cercis siliquastrum L, quizás porque florece en abril y mayo, meses dedicados al cortejo amoroso y al despertar de la naturaleza. La parte negra de su leyenda la aporta el dudoso honor de haber sido el árbol utilizado por Judas para suicidarse.
Este impresionante ejemplar se alza en el jardín del Palacio de Arganza. Este singular edificio fue construido hacia 1648, y después de ser destruido por los franceses se volvió a levantar sobre sus ruinas en 1866. El árbol del amor convive en armonía con viejas higueras, almendros y tilos en un rincón romántico. Aquí se inspiró el escritor villafranquino Enrique Gil y Carrasco, autor de la novela “El Señor de Bembibre,” uno de cuyos personajes, la joven Beatriz, era hija de los Señores de Arganza.
Este impresionante ejemplar se alza en el jardín del Palacio de Arganza. Este singular edificio fue construido hacia 1648, y después de ser destruido por los franceses se volvió a levantar sobre sus ruinas en 1866. El árbol del amor convive en armonía con viejas higueras, almendros y tilos en un rincón romántico. Aquí se inspiró el escritor villafranquino Enrique Gil y Carrasco, autor de la novela “El Señor de Bembibre,” uno de cuyos personajes, la joven Beatriz, era hija de los Señores de Arganza.
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