
Como el sonido y la luz viajan a velocidades diferentes a través de la atmósfera, puede medirse el intervalo temporal entre ambos para hacer una estimación de la distancia a la que cayó el rayo. La velocidad del sonido en el aire es aproximadamente de unos 340 m/s, mientras que la velocidad de la luz es tan rápida (aproximadamente 300.000 km/s), que el rayo se ve apenas unos microsegundos después de producirse. Así puede estimarse que el lugar de la descarga se encuentra aproximadamente a una

Los pueblos politeístas que vivían en lugares donde son frecuentes las tormentas con rayos, o donde éstos anuncian la llegada de las lluvias y el fin de la temporada seca, suponían la existencia de un dios del trueno, como Zeus, también llamado Júpiter o Thor.

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